La actividad volcánica es una realidad en varios lugares del mundo y puede ser una fuente de peligro para las poblaciones cercanas a ellos. Por ello, es importante conocer y respetar las medidas de prevención y seguridad que se deben tomar ante la posible erupción de un volcán activo.
Según la información publicada por Sernageomin, es necesario conocer la zonificación de amenazas señaladas en el Mapa de Peligros Volcánicos y la historia eruptiva del volcán activo para saber qué es capaz de hacer y así poder salvar vidas mediante la gestión de emergencias, el ordenamiento territorial y la educación.
Es importante organizar a la comunidad en la que vivimos junto a la Municipalidad y la ONEMI para elaborar un Plan de Emergencia Volcánico que permita identificar las vulnerabilidades de la comunidad, las rutas de evacuación y las zonas de seguridad. Además, es fundamental conocer el significado de cada uno de los niveles de alerta técnica que describen el grado de actividad actual de los volcanes activos.
En caso de erupción volcánica, es necesario mantener la calma y ayudar a otros a mantenerla, especialmente ante mensajes alarmistas. También es importante respetar las medidas de seguridad informadas por las instituciones del Sistema de Protección Civil, como ONEMI, Sernageomin y Carabineros.
Es fundamental mantener un botiquín de emergencia básico con elementos como mascarillas, agua embotellada, linterna y radio a pilas recargables, silbato, manta o frazada, ropa impermeable, entre otros. Además, en caso de ser necesario debido a una erupción volcánica, es necesario cortar la electricidad, y los suministros de agua y gas.
Finalmente, es importante cuidar y ayudar a cuidar las instalaciones de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica porque son de todas las personas y están dispuestas para acceder a información oportuna, que permita garantizar la seguridad de toda la comunidad, particularmente de los habitantes de zonas vulnerables.
En resumen, la prevención y seguridad ante la actividad volcánica es una responsabilidad compartida que involucra a las autoridades, la comunidad y cada uno de nosotros. Conocer las medidas de seguridad y prevención, así como respetarlas y ponerlas en práctica, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en caso de una erupción volcánica